💬¿De qué estamos hablando?

De Ana Valdez. The Fact Effect habló con una de las voces más prominentes de la comunidad latina en los Estados Unidos: la mexicana Ana Valdez, CEO y presidenta de Latino Donor Collaborative, quien el pasado 24 de enero estuvo en La Mañanera (el programa diario de la Presidencia de México) junto con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, defendiendo el papel y la relevancia de la comunidad latina y mexicana en los Estados Unidos. Esto ocurrió en medio de la tensión que se vivió (y se sigue viviendo) con la administración de Donald Trump, quien ha amenazado con imponer un 25% de aranceles a las exportaciones mexicanas en marzo porque, en su criterio, México ha hecho poco para controlar el tráfico de estupefacientes. Aquí, la entrevista completa con Ana Valdez.

Más allá de la disminución de la entrada de inmigrantes a los Estados Unidos, ¿cuál cree que será, de fondo, el impacto para la comunidad latina de esta agresiva política migratoria de la administración Trump?

Hay muchísimas ramificaciones de esta política de deportaciones masivas: económicas, emocionales, culturales, cívicas y morales. Voy a hablar de las económicas. Para empezar, ya hay una escasez importante de fuerza de trabajo en este país. Por eso estamos aquí los inmigrantes, porque hay oportunidades de trabajo a todos los niveles.

En Estados Unidos hay necesidad de más jornaleros, albañiles, meseros, pero también de ingenieros, científicos, doctores, enfermeras, etc. De acuerdo con el Departamento de Trabajo, hay casi 8 millones de empleos no cubiertos por falta de trabajadores. Imagina qué pasará con la economía si se deportan supuestamente 15 millones de indocumentados: los precios de la comida que ellos cosechan subirán, los costos de las casas que ellos construyen, la escasez de servicios médicos que ellos procuran...

El problema no es exclusivo de Estados Unidos, sino de todos los países desarrollados: la tasa de natalidad es muy baja y, por lo tanto, no hay forma de sostener la economía más que trayendo gente de otros países. Estados Unidos lo ha tenido maravillosamente fácil con los latinos: misma religión, una cultura familiar, trabajadora, agradecida, amante y admiradora de este país. Otros países en Europa y Asia no la tienen tan fácil.

El presidente Trump ha dicho que ejecutará la “mayor deportación de la historia” y ha centrado su discurso en presentar, básicamente, a los latinos como criminales y expuestos a la deportación. ¿Cree que la comunidad latina está siendo estigmatizada en el día a día?

Esto depende de nosotros, los latinos. Si observamos los ejemplos históricos de otras comunidades, nos corresponde ahora a los latinos desarrollar y fortalecer una voz conjunta para tomar las riendas de nuestra narrativa. Cuando otras comunidades han sido atacadas en el pasado en este país —como la irlandesa, la italiana, la judía, la afroamericana y la comunidad gay—, se han unido para hablar con una sola voz y definirse a sí mismas por lo que realmente son: comunidades que han contribuido a que este país sea lo que es hoy. Han contado sus historias de éxitos y fracasos, han resaltado sus logros y fortalezas, y han consolidado su lugar en esta sociedad.Nos toca hacer lo mismo a los latinos en este momento: unirnos y apoyarnos con una sola voz.

¿Cree que en estos momentos ha faltado liderazgo (tanto en la política como en la sociedad civil) en de la comunidad para entablar un diálogo con el gobierno de Trump sobre lo que está pasando con la inmigración o, al menos, para poner en la agenda posiciones y discusiones al respecto?

No hay que culpar a nuestra comunidad de lo que está pasando porque no es nuestra culpa. Nos hemos ganado un lugar importante en este país desde sus inicios, cuando este extremadamente joven país —hace menos de 200 años— tomó más de la mitad del territorio mexicano.

Los mexicanos no quisieron ser estadounidenses, ¡los hicieron a la fuerza! La mayoría de los estados que más contribuyen a la economía hoy —California, Texas, Colorado y Florida— eran latinos desde antes de que existiera Estados Unidos. Nosotros somos los verdaderos pioneros, no los británicos que nos pintan en las películas con sus caravanas. Cuando esos británicos llegaron al oeste, ya existían imperios en esas tierras: universidades, puertos, rutas comerciales globales, imperios ganaderos (lo que luego se apropiaron como cowboys), ciudades bellísimas, catedrales y zócalos.

Nuestras contribuciones también son históricamente fundamentales, y nosotros debemos conocerlas, entenderlas, sentirnos orgullosos y promoverlas alzando la voz. Siempre hemos estado en este país porque este país nos necesita. Lo demás es pura retórica falsa.eso.trabajadores.

¿Qué le propondría al gobierno Trump sobre la salida a los más de 13 millones de indocumentados en el país, de los cuales hay buena parte de latinoamericanos?

El presidente Trump no se da un tiro en el pie ni le da un tiro a la economía. Entiendo que deportar a los criminales es lógico, pero deportar a la gente que hace que este país continúe creciendo es una mala decisión a todos los niveles (nada más imagínense el costo de las deportaciones: billones y billones de sus impuestos). Y hay que tener en cuenta que la tasa de criminalidad de la comunidad latina es mucho menor que la de otras comunidades.

El voto latino, inclinado a Trump, fue fundamental en estas elecciones. ¿Por qué cree que buena parte le dio el espaldarazo a Trump? ¿Pesó más la economía que su política migratoria? ¿Cuâl es su lectura?

Yo creo que ese análisis debe hacerse con precisión quirúrgica: ¿quién votó más por Trump? ¿Dónde y por qué? A. La mayoría de las personas que cambiaron su voto provienen de países que han tenido experiencias muy dramáticas con gobiernos de izquierda y, por lo tanto, tienden a favorecer gobiernos más conservadores (Cuba, Venezuela, etc.). B. De personas que no se sintieron afectadas por la amenaza de deportación, pues llegaron a este país a través de programas que les otorgaron estatus legal. Recuerden, además, que los puertorriqueños son ciudadanos, así que tampoco se sienten afectados por las políticas migratorias.

También está el desencanto con los demócratas, que no han invertido lo suficiente en nuestra comunidad en las últimas décadas. El porcentaje del presupuesto de ese partido lo demuestra, y la ‘invisibilidad’ de nuestra comunidad en los niveles de decisión y entre los candidatos lo confirma.

Pero todo esto cambiará en los próximos años. Ya veremos cómo responde nuestra comunidad en 2028. Lo que sí sé es que, si es cierto que el voto latino le dio la presidencia a Trump (y no sé si lo es), todos los partidos deberán tener mucho cuidado de ahora en adelante, porque entonces los latinos seremos el swing vote de esta era.

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